Mi risa es una mueca exenta de alegría,
con el sonido grave de un alma fría y hueca;
y un intento fallido -por un alma baldía,
de volver a ser risa, desterrando la mueca.
Mi risa es un sollozo disfrazado de risa,
que al carnaval del mundo presenta su careta
de labios mal pintados, por un pincel, de prisa,
que dejara los tonos en la sucia paleta.
Mi risa es hoja seca que no suelta la rama
y sueña con la savia que dejó de nutrirla;
y se resiste al aire, que su cuerpo reclama/
en soplos persistentes por querer abatirla.
Mi risa es agua presa del pozo del olvido,
que no tiene salida, aunque salir quisiera.
Es la sombra de un agua que de cristal ha sido.
Es invierno de un agua que ya fue primavera.
Mi risa va colmada de negros desengaños,
con sabores a hieles, cada vez que me río.
Es risa que desea que, al paso de los años,
se convierta en la risa de una muerte que ansío.
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