Tras el cierre de ocho locales de ocio de Madrid por parte del Ayuntamiento, la Asociación de Salas de Música en Directo ha pedido hoy a la administración "una nueva normativa de gestión de licencias" y ha denunciado la "brutal revisión de expedientes con el fin de cerrar los espacios de música en vivo".
El día 21 de octubre fue el Bogui Jazz, justo un mes después, La Riviera, But, Macumba y Moma. Randal, Top Ghat y Colonial Norte han sido las últimas, pero, según el presidente de la Asociación de Salas de Música en Vivo de la Comunidad de Madrid (LNEV), Javier Muñiz, "ya se ha ordenado la clausura de la Caracol".
Es el frenético ritmo de cierre de salas de música en vivo y discotecas que el Ayuntamiento de Madrid está llevando a cabo desde el homicidio, el pasado 15 de noviembre, del joven Álvaro Ussía a las puertas del "Balcón de rosales".
Por este motivo, la LNEV ha manifestado hoy su desacuerdo con la política desatada hacia las salas de música en vivo en los últimos meses y ha pedido a la administración "la regularización de la situación administrativa de los espacios de música en directo y la obtención de un reconocimiento cultural de éstos".
Le han acompañado en este encuentro el presidente de la Asociación Coordinadora Estatal de Salas de Música en Directo (ACCES), David Novaes; la presidenta de la Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo (ARTE), Carmen Peire; el periodista Diego A. Manrique; el dueño del Bogui Jazz, Richard Angstadt y demás responsables de las salas de conciertos de Madrid.
"A pesar de que somos una gran fuerza cultural, no tenemos el suficiente compromiso y apoyo para desarrollar nuestra labor de manera tranquila", ha explicado Muñiz, quien ha añadido que la administración madrileña "tiene un miedo atroz al escuchar la palabra música".
Todos los asistentes han denunciado la falta de una correcta regulación de los locales de música en directo y han resaltado "las trabas y dificultades que se ponen a los pequeños empresarios cuando deciden emprender un negocio de este tipo", una situación a la que se añaden ciertos aspectos de la normativa actual "totalmente obsoletos, como la prohibición de bailar dentro de una sala de música en vivo", ha señalado Muñiz.
Por su parte, David Novaes ha hecho hincapié en "el retraso de España frente a otros países" y ha destacado la "falta total de sensibilidad y de criterios culturales predominante en la administración de Madrid", una opinión a la que se ha sumado la artista Carmen Paris: "por el sistema de goteo están eliminando los últimos vestigios de libertad y cargándose la cultura nacional", ha añadido.
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