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lunes, 26 de agosto de 2019
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Ernesto Picco / Una pequeña memoria muy personal de Frailes
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El periodista y académico argentino Ernesto Picco, ganador de la Beca Michael Jacobs de crónica viajera 2019, que otorga la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, el Hay Festival y The Michael Jacobs Foundation for Travel Writing, relata en este texto su paso por Frailes y su experiencia en la VII Jornadas Literarias Internacionales organizadas por la Asociación MAELSE y Fundación Inquietarte con la colaboración del Ayuntamiento de Frailes. Por otra parte, el poeta y profesor Manuel Molina escribe una crónica de las jornadas que se han celebrado este año 2019, los días 23 al 25 de agosto. En la imagen superior, Picco en el centro junto a Manuel Molina a la derecha y Francis Jacobs, hermano de Michael y presidente de la Michael Jacobs Foundation for Travel Writing.
Ernesto Picco
Algo que observé, parado boquiabierto en un rincón, quizás pueda explicarlo todo.
La alcaldesa le tarareaba con esfuerzo una melodía al músico en la oscuridad. Con la mandolina en una mano y una copa de vino a medio tomar en la otra, sin parpadear, Diego Galaz escuchaba por primera vez una trágala frailera. Me distrajo alguien que pasó por el frente llevando un plato con chorizo y otro con pluma y cuando volví la mirada el músico ya estaba solo, improvisando en sus cuerdas las notas que acababa de escuchar. La alcaldesa, que un momento antes había contado a toda la mesa algo acerca de la danza que había aprendido a bailar cuando era niña, partía al fondo del patio, donde ya todos se habían levantado y la esperaban ansiosos. Algo probablemente parecido a la trágala empezó a sonar en la mandolina de Diego mientras su compañero en Fetén Fetén, Jorge Arribas, lo observaba en silencio abrazado a su bandoneón. Al lado, Iñaqui de La Torre hacía lo mismo prendido a su guitarra, que había enmudecido ante la escena, después de una decena de canciones que habían ido del rock al bolero y del vals al folk. Al fondo, la alcaldesa comandaba los pasos de la trágala en el terreno en declive del patio del Asno Azul. Las siluetas se recortaban a contraluz de los pequeños focos y los banderines que cruzaban el patio. Los cuerpos se bamboleaban sin ningún tipo de orden ni coordinación: algunos con saltitos y volteretas, otros haciendo una “O” con los brazos hacia arriba o hacia delante. Cada uno intentando como podía y sin mucho éxito seguir las indicaciones. El único momento de conexión rítmica fue cuando se calló la mandolina y todos se detuvieron. Y cómo si hubiera estado esperando pacientemente ese momento, se escuchó la voz sigilosa de Santi Campos brotar de un costado donde nadie sabía que estaba. Santi, que habla menos de lo que escribe, pero siempre dice mucho, levantó el puño en alto y exclamó:
_¡La frailestud!
Esa noche el cielo estrellado de la Ribera Baja estaba tan luminoso y tan cerca, que parecía que nos estábamos metiendo en él.
El tema es que unas horas después, Diego y Jorge tocaron unas flautas hechas con palas y sillas de playa, un charango hecho con un cesto de basura y una gaita hecha con una bolsa de vino. Y también tocaron el acordeón y el violín y cantó con ellos Iñaki y los aplaudió toda la plaza. Unas horas después Santi presentó su libro sobre los personajes y la historia del pueblo, y más tarde los improvisados bailarines de trágala hicieron cada uno lo suyo: Nieves Concostrina nos llevó en un paseo en montaña rusa por la historia de los reyes españoles. Jesús Pozo nos leyó su epílogo a un libro sobre los olivos, Manolo Caño condujo a la asamblea de Maelse y a las multitudes. Su compañera Merce alentó todo en muletas, si es que eso se puede. Que sí se puede. Durante esos dos días muchos más hicieron lo suyo y todos pudimos meternos por un rato en los mundos de los otros. Unas horas después yo mismo conté en la Casa de la Cultura Michael Jacobs acerca de las islas suratlánticas que me tienen obsesionado hace unos años.
Mientras preparábamos lo que íbamos a decir ante el público, Francis Jacobs, hermano de Michael, me preguntó:
_¿Es bonito Malvinas?
Antes de contestar recordé la hierba dura de las islas y su viento que empuja y la soledad y el aislamiento. No pude hacer otra cosa que contestarle con otra pregunta:
_¿Es bonito Frailes?
Francis pensó un segundo y luego echó a bailar su larga mandíbula y yo mis dientes en una sola carcajada de a dos, con la que nos dimos por respondidos.
Es que no importa lo que es bonito, sino lo que te apasiona y te conmueve. Y como lo miras, y como lo cuentas.
Yo ya llevaba veinte días escribiendo sobre las islas Malvinas en la hermosa soledad de la sierra sur de Jaén. Ese lugar sobre el que había leído y aprendido leyendo a Michael, mientras yo mismo recorría las islas australes que me apasionaban. En mis días por Frailes y Alcalá y la Ribera Baja entendí que escribir es importante, pero más importante es hacerlo cuidando y queriendo a los tuyos.
Michael nos dejó sus libros, pero más importante que eso, nos dejó sus amigos. Diría más: nos dejó una forma suya de la amistad. En las Jornadas Literarias llegamos sujetos con distintas pasiones. Unos escriben poesía, otros hacemos periodismo, otras pintan, otros cantan, otras leen, otros agitan. Todos ahí, haciendo juntos cada uno lo nuestro, acompañándonos e intentando comprender las pasiones de los otros, algunas más próximas y otras más lejanas. Y la posibilidad de ese encuentro se la debemos al amor de los amigos de Michael, de su compañera Jackie y de sus familiares. Que aún cuando no están siempre están de acuerdo en cómo hacer las cosas, se arreglan para hacerlas juntos y son capaces de abrirnos las puertas de un mundo maravilloso. Que es el que Michael pudo ver, aun cuando ellos mismos no lo veían. El que pudo contar y dejar de herencia para el mundo.
Escribo esta pequeña memoria en la habitación de un hotel de Madrid. He venido arrastrando la energía de la Sierra Sur, de su gente y sus visitantes. Dejar Frailes ha sido como cerrar un libro de García Márquez. Pero como pasa con los libros de Gabo, sé que a donde yo vaya de ahora en más, su energía vendrá conmigo.
El arte y la memoria en Frailes
Manuel Molina
El poeta y profesor Manuel Molina escribe en el diario digital 'LaContradeJaén' una crónica de las jornadas que se han celebrado este año 2019, los días 23 al 25 de agosto.
https://lacontradejaen.com/arte-memoria-frailes-maelse-jaen/
La amistad y la armonía dieron un aire nuevo y fresco a las Jornadas fraileras
Santiago Campos
El periodista y escritor Santiago Campos escribe en Ideal de Jaén la crónica de las VII Jornadas Literaria Internacionales
https://www.ideal.es/culturas/jaen/amistad-armonia-dieron-20190827000935-ntvo.html?fbclid=IwAR0zyy0aK79CbD4jECqlgV-vbz3joTqYf8I6tyiVcsb8BJmYujTxKSfD5jY
Las imágenes de las VII Jornadas Literarias Internacionales
Reportaje gráfico de las jornadas realizado por el fotógrafo PPH (Pepe Hidalgo). No tenemos palabras para agradecer el magnífico trabajo realizado.
EnlAce para ver las fotografías aquí
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