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lunes, 07 de octubre de 2019
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Las relaciones humanas, en sus variadas versiones, dominan los premios del IX Visualízame
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Yolanda Cruz. Directora del festival Visualízame
Las tecnologías al servicio de las relaciones sociales, la precariedad de la investigación científica en nuestro país, la lucha de discursos ideológicos de género, el medio ambiente y, sobre todo, las denuncias de abusos sexuales a la infancia han resultado los argumentos más recurrentes en los contenidos de los cerca de 800 cortometrajes que han participado en el IX Visualízame, cuyo palmarés resulta así una buena muestra de aquellos temas que más parecen preocupar a la mayoría de las directoras, directores y guionistas.
Guion
Después de que la conocida como Millennial Generation, fruto de la revolución tecnológica, marcará un punto de inflexión en cuanto a la relación del individuo con los medios de comunicación, la “hiperconexión” por la búsqueda de información y conocimiento de esta generación “Y” ha dado un paso adelante con la generación “Z”, “Centennial Generation”, usuaria a su vez de la multipantalla no tanto por buscar más allá de lo que el sistema educativo, político y económico les permite, ni para prolongar o completar sus relaciones sociales, si no para encontrarlas, mantenerlas e incluso, en su momento, finalizarlas. Esta generación “Z”, integrada por jóvenes nacidos entre las décadas de los 90 y la primera del siglo XXI, ha crecido empleando Internet y se siente más cómoda en las redes sociales, en cuanto a lo personal, que sus predecesoras. Pertenecientes a esta generación o a las anteriores (Baby Boomer o X Generation), la mayoría de nosotros empleamos los chats y las redes sociales, en mayor o menor medida, para nuestras relaciones. El reparto de papeles en la pareja, los desencuentros, los conflictos y sus resoluciones están plasmados con acierto en el cortometraje “#SuperInlove” (2018), de Curro Bernabeu quien comparte premio al Mejor guion con los actores del corto, Cristian Valencia y Julia Lara. Empleando las tecnologías como arranque, causa de la trama y, al mismo tiempo, soporte de la resolución de esta, el cortometraje obliga al público, de modo cortés e incluso coqueto, a indentificarse y/o reconocerse en los protagonistas de la historia y de la relación. Y, como subtexto de la historia, aparentemente sencilla, una muestra audaz del reparto de roles de los integrantes de la pareja y de cómo las normas “consensuadas” por los usuarios de las redes, perpetuan y fortalecen estereotipos y comportamientos, no ha cambiado el “modus” (modo) si no el “ubi” (dónde).
Documental
La científica española, Margarita Salas, primera investigadora española miembro de la Academia Nacional de Ciencia de EEUU, miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes y de la Real Academia Española, entre otras, cuyos estudios han sido imprescindible punto de partida para pruebas de ADN que permiten estudiar microbios que pueden generar tumores o incluso identificar a víctimas y a criminales en investigaciones policiales, hace unos meses, en una entrevista a un diario nacional, apuntaba que en España “no hacemos ciencia sino milagros” para denuncia el hecho de que nuestro país ocupe el noveno puesto en investigación a nivel mundial, mientras permanece anclado en el trigésimo lugar respecto a su financiación.
Pilar Rodríguez Franco, con su cortometraje “Scientifilia” (2018), gana el premio al Mejor documental denunciando la situación de abandono y nulo reconocimiento que la carrera científica padece en España. Los testimonios de sus protagonistas, a quienes la autora cede la voz a lo largo de todo el metraje, son el hilo conductor del documental. Científicas e investigadores, con sus experiencias compartidas, tejen antes nosotros la delicada y frágil red de apoyo sobre la que, como trapecistas incautos, se ven obligados a dedicar años de esfuerzo en un intento de desarrollar sus carreras en pro de aportar descubrimientos y avances con los que favorecer el desarrollo de nuestra sociedad. Investigaciones cuyos resultados rara vez encuentran el reconocimiento científico, social y económico que merecen.
Animación
El premio a la Mejor animación ha recaído en una coproducción Brasil – Francia, “Guaxuma” (2018) de Nara Normande. Una historia de amistad y de amor entre dos niñas basada en una vivencia personal de la realizadora y también guionista, que emplea la técnica Stop Motion apoyada en distintos materiales: arena, arcilla y papel con papiroflexia, alternándola con 2D para rendir un homenaje a la amistad que marcó su infancia y adolescencia.
Interpretación
La metaficción, reflexión del arte y creatividad a través del arte mismo, ha sido empleada por las artes como la pintura o el teatro para reflexionar sobre sus propios procesos creativos a través de las experiencias de creadores, de sus modelos en uno casos y de su equipo actoral en otros. El cine ofrece grandes y consagrados títulos en esta línea de autocrítica, por citar algunos: El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950), La noche americana (François Truffaut, 1973), The Artist (Michel Hazanavicius, 2011), la reciente Érase una vez Hollywood (Tarantino, 2019) o, en formato de serie de televisión, la espectacular Feud de Brian Murphy que cuenta con Susan Sarandon y Jessica Lane para dar vida a Bette Davis y Joan Crawford respectivamente, y a la relación de odio que vivieron y que llegó a su punto más álgido durante el rodaje de Qué fue de baby Jane (Robert Aldrich, 1962). Esta edición de Visualízame también ha contado con varias metaficciones, entre ellas, “Mejor actriz” de Sandrak Zmork (2018), cuya protagonista, Carmen Ruiz, ha obtenido el premio a la Mejor interpretación. Los bastidores del séptimo arte, sus entresijos, las tramoyas emocionales, las frustraciones de unas y los sueños abandonado de otros son los dados de una apuesta valiente de reflexión colonoscópica, cuyo disfraz de comedia fácil no engañará a quienes demuestren el mismo valor demostrado por el equipo de este trabajo y se calcen la mirada ajena y generosa de Zmork.
Película
Cada tres horas se denuncia un abuso sexual hacia menores en España, aunque el 70% de los casos no suelen llegar a juicio. Uno de cada cinco menores es víctima de abusos y/o agresiones sexuales, aunque solo llegan a denunciarse el 15% de los casos, y ese porcentaje, en 2017, se tradujo en 3000 denuncias. Estas cifras, relevantes no solo en España, reflejan una situación existente, aunque mediáticamente silenciosa que empieza a denunciarse cada vez con más fuerza. Han sido numerosos los cortometrajes recibidos en IX Visualízame que denuncian estos abusos, si bien ninguno de ellos ha sido una producción española. Uno de estos trabajos, “Mamá” de Marianel Escobar (Venezuela, 2018) ha resultado ganador del premio al Mejor cortometraje, cinco minutos, dos decorados, tres actores y apenas diálogo. Planos, iluminación y unas magistrales interpretaciones al servicio de una historia, al igual que en esta película, escondida y entre las sombras más que luces de una familia anónima y, por tanto, simbólica. Escobar realiza un uso acertado e inteligente del más puro lenguaje cinematográfico.
Muerte y Solidaridad
Los premios Especiales, Funespaña y Cátedra UNESCO, Paz, Solidaridad y Diálogo Intercultural de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, han sido para “Motivos personales” de Brian Hermida (España-Argentina, 2018) y “Haití es mujer” de Mar Domínguez Ortega (España-Haití, 2018) respectivamente. El primero, una comedia que aborda el argumento principal del premio, el duelo y las distintas formas de abordarlo y el segundo, una documental perfectamente observador del incumplimiento de algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS impulsados por Naciones Unidas, desde una perspectiva de género y un objetivo: el empoderamiento de la mujer haitiana.
El IX Festival Visualízame, organizado por Fundación Inquietarte, se celebró entre los días 26 al 28 de septiembre de 2019 en Segovia, en colaboración con UNED Segovia. Las proyecciones fueron en el Palacio Quintanar
+INFO
http://www.inquietarte.es/ampliab.php?id=820
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