Es arriesgadísimo lanzarnos al tablero de juego sin conocer las reglas de la mesa, no se trata ya de salvar la partida como sea, esperando que el jugador contrario tenga menos suerte a los dados que marcarán la velocidad y el sino de nuestras fichas, si no de adelantarnos a la jugada, y de contar con la posibilidad, pese al protagonismo del azar en cada tirada,  de practicar la estrategia y predecir los posibles acontecimientos.
No hablo del parchís, hablo de otro juego al que, conscientes o no, jugamos cada día:  “yo me siento y tú me cuentas”.   A diario, nos sentamos frente al televisor para recibir información, desde hace semanas, centrada casi exclusivamente en el Covid 19, consecuencias y progresos del estado de alarma decretado por el Gobierno.  A través de los distintos medios, y me refiero a los de comunicación, no a fuentes no periodísticas cada vez más presentes en Internet, nos llegan informaciones de todo tipo. Por muy objetivamente tratada la información que esté, las declaraciones de especialistas, comentaristas y, sobre todo, de políticos han de ser analizadas y reflexionadas por quien las recibe, ardua labor, lo sé. Podríamos ir a la fuente, por ejemplo, hoy podríamos sentarnos frente al televisor y seguir toda la sesión parlamentaria en la que el presidente Sánchez vuelve a solicitar apoyos para prolongar el estado de alarma quince días más. Les aseguro que somos bastantes quienes asistimos a toda la sesión desde nuestros sofás, la mayoría periodistas, políticos, políticas o militantes, pero también, quiero creer, están quienes, amparados en las horas que este confinamiento les ofrece, deciden informarse desde primera línea, sin comentarios de por medio y sin declaraciones recortadas de los protagonistas de la jornada parlamentaria, siguiendo criterios de minutaje unas veces, y de editorial otras. ¿Cansino?, es posible, ¿agotador?, seguro, pero la apuesta tiene premio: pueden ver las jugadas más interesantes en su informativo favorito y constatar cuánto cambia la información cuando alguien selecciona por ti lo que ves, o cuando desconoces qué intervenciones anteriores han motivado la que tal o cual miembro del parlamento lanza después.
Esta faceta del juego es un ejercicio que requiere entrenamiento, pero no por eso está fuera de su alcance. Hoy, el presidente del Gobierno pide apoyo para ampliar el estado de alarma, y muchos son los grupos que aprovechan para quejarse de que no se les está consultando o de que se intenta aprovechar este estado para imponernos una agenda chavista. Sus señorías van a ejercer su derecho a controlar y criticar la labor del Gobierno, los dados han de ser tirados por todos, pero qué bueno sería ser conscientes de que algunos siguen argumentando que las muertes son culpa del Gobierno y que con ellos al mando Las cifras de fallecidos no serían las que son; y otros que la ampliación de la alarma no es necesaria, pero sin tener en cuenta la opinión de las autoridades sanitarias, ¿para qué?. Ante tamaña apuesta, una que va a ser contra todos, y no solo contra el gobierno, bien nos vendría saber quién dice qué y por qué lo dice. Ahora escoja ficha y juegue.

(Artículo escrito y publicado por la autora en día 5 de mayo en 'Ideal').