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miércoles, 30 de junio de 2021
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El Festival Visualízame de Inquietarte en el curso 'El silencio social, gran cómplice del machismo' de la UNED en Vigo
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Centro Asociado UNED Pontevedra
Sede de celebración: Vigo
Del 5 al 7 de julio de 2021
Del 5 al 7 de julio, el centro de la UNED de Pontevedra en su sede de Vigo llevará a cabo un curso de verano en el que se reflexionará sobre el silencio social como gran cómplice de los maltratadores y asesinos de sus parejas. un tema que durante las últimas fechas se ha vuelto a poner sobre la mesa con terrible actualidad.
Cuando se planteó y diseño el curso no se había producido en España este grave repunte de violencia machista ni se había abierto el debate en los medios de comunicación, como se ha hecho en estas últimas semanas, por varios hechos conocidos y por algunos documentales expuestos en las televisiones con gran debate social.
El curso será inaugurado por la presidenta de la Diputación de Pontevedra que reflexionará sobre la agenda feminista pendiente, movimiento que también, durante el ultimo año, está de plana actualidad y debate por especialistas y medios de comunicación.
Posteriormente intervendrá la directora del curso y profesora de Derecho Constitucional de la UNED, María Acracia Núñez Martínez, que expondrá la evolución del papel de la mujer en la educación española.
El obstáculo más grande: el silencio cómplice
Encarnación Orozco, será la siguiente ponente. Fue la primera delegada del Gobierno contra la Violencia de Género en España. Su mirada al retrovisor es fundamental, sobre todo, porque no ha dejado de trabajar y reflexionar sobre igualdad y violencia machista desde aquel lejano diciembre de 2004 cuando fue aprobada una ley pionera en el mundo. Ahora lo hace desde el Congreso de los Diputados y lo ha hecho como jefa de gabinete de la ministra de Trabajo en el primer gobierno de Pedro Sánchez.
Orozco explicará que “es constatable el avance en materia de igualdad y de lucha contra la violencia machista en todas sus manifestaciones. Y se evidencian en el ingente número de medidas adoptadas en la materia y en los sistemas de intervención puestos en marcha. Y también desde el mayor conocimiento de esta violencia sobre la mujer. Avances que, sin embargo, no están exentos de resistencias, de ataques desde el “negacionismo de género”.
Orozco recuerda que “que contra la Ley Integral se interpusieron más de 200 recursos de inconstitucionalidad, en todos ellos, el Alto Tribunal declaró el desvalor que supone esta violencia al actuar conforme a una pauta cultural, la desigualdad basada en el género, generadora de gravísimos daños a sus víctimas, por lo que dota consciente y objetivamente a su comportamiento de un efecto añadido con relación al uso de la violencia en otro contexto”.
Sobre los años trascurridos y a pesar de la cantidad de recursos que se han puesto en marcha, Orozco explica que “en el combate contra la violencia machista nos seguimos encontrando con los mismos obstáculos enquistados en una sociedad patriarcal, androgénica, que actúan arropando un silencio cómplice: las denuncias siguen interponiéndose mayoritariamente por las mujeres víctimas de esta violencia, y no consiguen sobrepasar 25%. Solo el 1,95% de las denuncias interpuestas son formulados por familiares. Solo el 2,8% provienen de los servicios asistenciales y sanitarios, siendo muchas veces los primeros en auxiliar el ataque violento”.
Abandono de la interdependencia
“Para crear lo nuevo”, se titula la intervención de Mercedes Fernández-Martorell, que es antropóloga y Profesora Honorífica de la Universidad de Barcelona. Mercedes Fernández Martorell expondrá que cuando desde el feminismo la mujer renunció a reproducir, a finales de los años sesenta, las tradicionales pautas de comportamiento que se le imponían, se desgarró la ancestral red de relaciones entre los cuerpos. “Hablamos de países europeos, de E.E.U.U de América y de Latinoamérica. Un objetivo colectivo hoy es el abandono de la interdependencia entre hombres y mujeres que implica el machismo”.
Fernández Martorell presentó en 2009 una película documental en la que dos antropólogas realizan un trabajo de campo sobre los hombres declarados culpables de maltrato a sus parejas. La película, un documental basado en hechos reales a partir del trabajo de campo que, como antropóloga, realizó la propia Mercedes Fernández-Martorell y fue nominada en los premios Goya de 2010.
Fue la primera vez que se hablaba directamente sobre lo que pensaban los hombres que maltratan y que matan por violencia machista. Fue todo un avance en aquel momento que no fue, precisamente ni bien entendido ni apoyado, casi como ahora.
Ya en 2009 Fernández Martorell hablaba en los medios de comunicación de por qué mataban sus parejas a las mujeres y de ese silencio social que era el mayor cómplice: "Las matan por nada, porque en realidad no ha pasado nada, lo que ocurre es que aflora su vulnerabilidad de ser hombre. Porque no son hombres capaces de sobrellevar su vida consigo mismo, sin necesidad de dominar al otro y doblegarle. Los maltratadores comparten con otros hombres esa situación de dominio y si ve que no se cumple en su casa, que su mujer no quiere seguir esas normas, se siente mal ante los demás hombres, piensan que no suficiente hombre para imponerse”. Por ello, la investigadora ya explicaba en 2009 que una de las salidas importantes frente a este fenómeno es "modificar las pautas de comportamiento de toda la sociedad, incluyendo los amigos de los agresores".
La apuesta informativa por la claridad
La periodista y profesora de periodistas Lola Álvarez planteará en el curso una pregunta importante relacionada con este silencio social que los organizadores del curso plantearon como el gran cómplice del machismo: ¿Infoxicación del feminismo?
Desde el 24 de noviembre de 2007, la Agencia EFE emplea la expresión "violencia machista" como guía de todas sus informaciones relacionadas, de una manera u otra, con las agresiones que sufren las mujeres a manos de sus parejas o ex parejas. Hasta ese día, en las guías de EFE se alternaba términos como "violencia doméstica", "violencia sexista", "violencia de género" o "violencia machista", lo que, además de dificultar las búsquedas informáticas sobre este tipo de noticias, tanto en España como en Latinoamérica, invisibilizaba y confundía sobre el hecho del que se daba la noticia.
Fue con la ponente en este curso, Lola Álvarez, en la dirección general de Efe cuando se cambió la denominación y aquello fue un importante aldabonazo y clarificación de lo que es la violencia machista y su clara diferenciación de la violencia doméstica. Tal y como explicó Álvarez en aquel momento “hemos elegido la expresión más clara posible para definir las repugnantes actitudes de los hombres que ejercen la violencia contra una mujer y contra su libertad".
En 2008, también bajo la dirección general de Lola Álvarez en Efe y con Encarna Orozco como delegada del Gobierno Contra la Violencia de Género, la agencia firmó el primer convenio de los medios españoles para “promover e impartir cursos específicos entre sus profesionales para el tratamiento informativo de las cuestiones relacionadas con la violencia sobre la mujer. EFE, además, creó por primera vez, quizá en toda Europa, una unidad informativa especializada en el seguimiento y difusión de las líneas de actuación relacionadas con este fenómeno y políticas de igualdad en general.
¿La infoxicación del feminismo?
Dice Lola Álvarez: “Hace ya casi dos siglos que las voces de las feministas se levantaron para denunciar, por primera vez, el silencio social que rodeaba a la violencia machista.
Nunca como hoy hemos dispuesto de tantas y tan buenas herramientas para comunicarnos y de tantos canales para hacer llegar la información a más gente. Sin embargo, a tenor de las cifras anuales de mujeres asesinadas, no parecen calar los mensajes, en especial los provenientes de los movimientos de mujeres, que abogan por erradicar esta lacra. ¿Estaremos asistiendo a un proceso de infoxicación feminista que, lejos de contribuir a la definitiva desaparición de esta violencia, podría estar – muy a su pesar- alentándola?”.
La experiencia del formato “Pioneras”
En la transformación del futuro juega un papel fundamental la capacidad de imaginarlo a través de las artes, el cine, la literatura; herramientas adecuadas también para comprometer a los hombres en la transformación igualitaria de la sociedad.
Nieves Concostrina, periodista y escritora, y Amparo Castellano, periodista y directora General de Zeppelin, explicarán cómo se pensó y se produjo la serie “Pioneras” de Movistar +, que ya se ha convertido con sólo 4 capítulos en una serie de culto para la televisión en España y que ha avanzado en unos nuevos argumentos para tratar el tema de la igualdad y la violencia machista en el medio audiovisual
Historias tapadas, vidas silenciadas y figuras olvidadas. Desde ese punto partió el proyecto que buscó dar ese reconocimiento a figuras relevantes de la historia de nuestro país de las que, de manera sorprendente dada su importancia, pocas veces o nunca habíamos oído hablar. A través de una narración llevada a cabo por la periodista Nieves Concostrina cada capítulo permitirá ver cómo historias separadas por 500 o 600 años tienen sus puntos de convergencia, dando vida a una especial conexión entre mujeres de diferentes épocas que lograron y están logrando dejar huella en sus respectivos campos.
Bajo el lema "La invisibilidad no es un superpoder", la serie, dirigida por Joanna Pardos, fue definida por su principal impulsora, Amparo Castellano, con una frase muy descriptiva: "No es solo un viaje al pasado, esta serie es una manera de entender el presente a través de aquellas figuras de nuestro pasado".
“Visualízame” como llamada de atención
Yolanda Cruz y Jesús Pozo explicará la necesidad de intervenir en la educación desde los primeros años para combatir ese silencio social y, por tanto, visibilizar y sensibilizar en la educación contra la violencia de género. Ellos lo llevan haciendo desde que se fundó Fundación Inquietarte en 2009. El festival Visualízame, organizado por Fundación Inquietarte y con sede itinerante (los últimos años se ha organizado en Segovia con la colaboración del centro de la UNED de aquella ciudad) es miembro de la Cátedra UNESCO de la Universidad Abat Oliba CEU, Paz, Solidaridad y Diálogo Intercultural.
La puesta en marcha, en 2012 de una actividad educativa también itinerante desde el propio festival y utilizando los cortometrajes como material educativo ha permitido amplificar la visibilización de la mujer en la industria audiovisual y, al mismo tiempo, comenzar una labor educativa dentro y fuera de España que ha derivado en actividades culturales y proyectos didácticos concretos, cuyas conclusiones ya han sido presentadas y reconocidas por la comunidad investigadora y educativa en distintos foros.
Lo datos objetivos
Informe del Poder Judicial de junio de 2020. Último con datos.
Las cifras de la violencia machista: 1.055 asesinadas por parejas o exparejas desde 2003, según el CGPJ
Desde 2003, 765 menores quedaron huérfanos y otros 23 fueron asesinados junto a sus madres. El domicilio fue el escenario del crimen en el 75 por ciento de los casos, según el último estudio del Observatorio contra a Violencia Doméstica y de Género con datos objetivos extraídos de los contenidos en los expedientes judiciales
Del estudio se desprende que durante esos dieciséis años y cuatro meses hubo un asesinato machista cada semana y una media de 61,3 víctimas mortales cada año. En 38 de los casos, un total de 44 personas cercanas a las víctimas fueron asesinadas al mismo tiempo; 23 de ellas menores.
El estudio confirma que la maternidad es una de las circunstancias que aumentan el riesgo para las víctimas. Tres de cada cuatro mujeres asesinadas entre 2003 y 2019 (el 75,2 %) eran madres y en la mitad de los casos (49 %) los hijos eran menores de edad. Las mil mujeres asesinadas dejaron huérfanos a 765 menores, de los que 499 eran hijos o hijas del agresor y los 266 restantes, fruto de relaciones anteriores o posteriores de la víctima.
El perfil del agresor muestra a un varón con una edad media de 46,3 años y nacionalidad española en el 66,4 % de los casos. En un 46,4 % de los casos, el agresor fue detenido y en un 21,2 % de las ocasiones se entregó o se suicidó. La mayor parte de las detenciones (82 %) tuvieron lugar tras la huida del agresor.
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